10 Bellos Nombres Bíblicos de Niñas

Ariel es un nombre evocador de origen hebreo, que significa «León de Dios» y que honra a la valiente tribu de Judá. También es homónimo de Jerusalén, como se menciona en Isaías 29:1-8. Sus elegantes connotaciones lo convierten en una hermosa elección para aquellos que buscan una denominación especial.

De origen hebreo, el nombre ‘Eva’ se deriva de la palabra ‘Chawwah’ o ‘Havva’, que significa ‘respirar’ o ‘dar vida’. Se cree que es el nombre más antiguo del mundo según el Antiguo Testamento, la primera mujer en el libro de Génesis recibió el nombre de Eva. Se ha interpretado que su significado significa «ancestral» o «polilla» en inglés.

Esta denominación estéticamente agradable se deriva del hebreo, con sus raíces (av) que significa «padre» y (gil) que significa «gozo». Así, podemos interpretar su significado como “El Gozo del Padre”. En el Antiguo Testamento, Abigail era la esposa de Nabal, quien falleció y posteriormente se convirtió en la tercera esposa del rey David.

Raquel, la amada de Dios, es un nombre mencionado en el Antiguo Testamento. Ella era la hija de Labán, como se registra en el libro de Génesis 29. Jacob le informó a Raquel de su parentesco con su padre y de su papel como hijo de Rebeca, después de lo cual corrió a abrazarla.

Génesis, de origen hebreo, es un nombre significativo para una niña, ya que significa el origen y comienzo de todas las cosas. Este nombre se deriva del primer libro del Antiguo Testamento, que describe la creación del mundo y sus habitantes. Allí se encuentra el pasaje más renombrado de las Sagradas Escrituras.

Otra denominación hebraica distinguida, que significa «dama, princesa, mujer noble», es famosa por su aparición en el Antiguo Testamento como la esposa de Abraham y la matriarca de la población judía.

Elisa es una variante del nombre hebreo Elisheba, que se traduce como «Aquella a quien Dios ayudó» o «Ayuda de Dios». Además, es una variación del nombre Elyasa, que habla de una persona que lleva una promesa o juramento divino y, por lo tanto, está dotada de la gracia divina.

Las Sagradas Escrituras nos ofrecen otro nombre sorprendente derivado de una fuente asirio-babilónica que significa ‘estrella’. Esto probablemente se atribuye a la diosa Ishtar. Según un targum hebreo, ella era la «estrella de la noche» más resplandeciente.

Este hermoso nombre de origen hebreo, una variación de María, significa «una mujer a quien Dios ama o adora». Miriam, la hermana mayor de Aarón y Moisés, es mencionada en las Sagradas Escrituras en Éxodo 2:3-4: «Tomó una cesta de caña y la calafateó con asfalto».

Sámara es de origen hebreo y significa «protegida por Dios». Este nombre se deriva de Samaraím o Zamaraím, que hace referencia a una ciudad de la tribu de Benjamín. Según Josué 18:22.